La estadounidense de origen mexicano Gabriela “Dulce Veneno” Fundora demolió en siete episodios a la argentina Gabriela Celeste “Chicky” Alanís, y se convirtió en campeona indiscutida de peso mosca, la noche del pasado sábado en Las Vegas, Nevada.
Tras derribar en dos ocasiones en el round siete a su rival, Gabriela Fundora se alzó con una victoria por nocaut técnico para adueñarse de los títulos de las 112 libras del Consejo Mundial de Boxeo (WBC, por sus siglas en inglés), Asociación Mundial de Boxeo (WBA) y Organización Mundial de Boxeo (WBO), a los que sumó al de la Federación Internacional de Boxeo (IBF), que obtuvo al derrotar por nocaut a Arely “Ametralladora” Muciño.
La boxeadora argentina inició el cotejo proponiendo la batalla lanzando el mayor número de golpes, pero muchos no hicieron blanco en la humanidad de Fundora, quien a pesar de lanzar en menos cantidad, acertó con precisión sus golpes.
Alaniz buscaba acercarse por todas las vías y castigar con combinaciones de tres o cuatro golpes, y lo hizo en algunas ocasiones con la derecha, pero Fundora se recuperó y también impactó a la argentina.
La garra y el ímpetu que imprimía Alanís no fue suficiente ante el poderío de los empates de Fundora, quien logró conectar sólidos jabs de derecha rematando con recto de derecha. Fue precisamente un impacto de derecha en recto que obligó a la llamada “Chucky” visitar la lona, de donde se levantó de manera inmediata y tras recibir la cuenta de protección retomó la batalla, más le hubiera valido no hacerlo, pues ya le esperaba su rival con otra dosis de su dulce veneno, y con un recto de derecha al rostro volvió a caer, en esta ocasión el réferi ya no la dejó continuar declarando un nocaut técnico.
