Se puede decir que fue un fallo polémico, aunque también fue el combate que los aficionados al boxeo (todas las latitudes) esperaban, finalmente el sonorense Juan Francisco “El Gallo” Estrada se impuso mediante una decisión dividida al nicaragüense Román “El Chocolatito” González, en lo que fue la acción estelar de anoche en el American Airlines Center en Dallas (Texas).
Fue un pleito cerrado, en el que como chanelan los conocedores, se puede ir de cualquier lado, ya sea para Estrada, ya sea para González. En éste punto queremos ser claros y precisos, el Chocolate fue el que propuso en la pelea, fue el agresor (no cambió su estilo, fue el mismo al que nos tiene acostumbrados), conectó los golpes de poder, con mayor volumen y además cerró fuerte en el asalto 12, poniendo en predicamento al Gallo de Puerto Peñasco.
En contraparte, el gallo fue mejor en la media distancia, en su traslado en el ring, tuvo que recular por la constante agresividad del Chocolate, metió bien sus combinaciones abajo y arriba, pero eso no detuvo al centroamericano. Otro detalle, la derecha del Choco nunca se la pudo quitar Estrada. Es más, vimos mejor a Estrada en la primera pelea (que sostuvieron) que en ésta, siendo que como él mismo lo dijo, en la primera no tenía experiencia ni era conocido. También expuso que en ésta pelea se sintió “mejor”, más poderoso, aunque reconoció que antes de que se rindiera el fallo pensó en que podrían haber dado un empate. Hay más: las puntuaciones de los jueces, 115-113 para Choco y las dos restantes para Estrada 117-111 y 115-113, una de las cuales nada que ver con lo que sucedió en el ring, y una vez más tache a ese solón, ojo con esos jueces que perjudican al boxeo. En síntesis, la percepción del que esto redacta (a título personal, en primera persona) es que debió haber ganado el Choco, no obstante, reitero, en peleas cerradas se puede ir a cualquier bando.
Fue una gran contienda, de muchos golpes (como se esperaba) en la cual el Choco demostró que sigue siendo un excelente peleador. Así lo indicamos previamente, que al Choco no se le podía descartar, que cada pelea es diferente, y que el tetracampeón del orbe había demostrado que un campeón se puede levantar como los grandes, fue noqueado por Srisaket Sor Rungvisai de manera rotunda, pero señores aficionados, la forma en que volvió fue motivante al noquear al británico Khalid Yafai (supermosca AMB).
También indicamos que a Estrada no lo vimos tan bien en su match ante Carlos Cuadras, porque recibió mucho cuero y que por lo tanto ésta contienda no iba a ser sencilla. Como dirían en aquel comercial, “cuestión de enfoques”: ahora no se falló en el pronóstico, ya que salió ligero favorito Estrada, sin embargo en el fallo quedaron dudas. Al final le preguntaron al Choco de si quería la tercera pelea con Estrada y soltó: “para qué, si ya le gané en estas dos, Dios dispone, tenía que pasar lo que pasó y lo acepto (un caballero)”. Claro que el Gallo aceptó que venció al Choco y que después, lo que viene es: “hacer la mandatoria (CMB) ante Sor Rungvisai, luego podría hacer la tercera pelea con González, se la merece”. Ojo, el Choco no hizo aspavientos ni protestó por la derrota, nada de eso, solo citó a Dios Nuestro Señor, aunque sí dejó claro (pausado, tranquilo) que él fue el ganador.
Finalmente, esta contienda fue de lo mejor, nada que ver con la que hizo el Canelas Saúl Álvarez ante Avni Yildirim que fue un fiasco y por la que le pagaron al tapatío la millonada de dólares, ésta pelea en supermosca fue real, es lo que levanta al boxeo señores aficionados, eso hace que el aficionado crea en éste gran deporte, lo enaltece, no como todas las dudas que aparecen en las peleas del Canelas, Capisci??
Pie de foto.
El Chocolatito como los buenos vinos…
